El tiempo y yo

El tiempo y yo no nos llevamos bien. En realidad me agrada, pero su tendencia a llevarme la contraria, a complicarse, a escasear, a dilatarse por puro gusto, por afán de molestar, es lo que me causa una rabia y conflictos constantes.

Ahora le ha dado por hacerse largo, muy largo, largo al punto de la desesperación. Según mis cuentas solo han pasado 48 horas, sin embargo bien pudieran haber pasado 48 semanas de "un tiempo". Al escuchar esa palabra debió caerme el veinte, pero nomás no. Tiempo.

Y para acabarla de amolar, de alguna forma se las arregla para escasear en todo lo demás.

48 horas sobrevividas apenas, faltan 1992.



Mas lo que agregue el árbitro. NEM.

btemplates

1 comentarios:

Nikté dijo...

Uysssssss
Qué serio!
Con el gran sentido del humor que posees.
¿Qué hiciste con él?
Acaso lo llevas escondido en una maleta?

Yo tú lo sacaría a relucir, timidamente, eso si,
con una cautela exquisita, cautivadora.

Ya se habló mucho de los relojes, y de espejos, esos
también.
A mi me fascinan las casas en construcción

¿Por qué sera?

Publicar un comentario